¿Y qué coño pinto aquí? Me decía mientras realizaban esta fotografía.
Como un morisco en el centro de la Meca. Como Jiménez Losantos en mitad del Kremlin.
Hubo un tiempo en el que soñé con este momento. Mientras me acercaba a su tumba un coche de la policía parisina se llevaba detenidos a dos rusos borrachos, era muy temprano. En tal situación me imaginé yo hace veinte años, derramando una botella de Johnny Walker sobre las flores marchitas de su lápida mientras con la otra mano morreaba una de J&B pues ya entonces sabía que no sería potentado en el futuro.
Hoy me falta hígado y me sobran experiencias. Un ejercicio de memoria histórica.
¿Qué te va a faltar hígado? Haggggamos… Oye el diseño del blog se come el texto.